Marchando una de mitos cosméticos.
Te contamos la realidad detrás de muchos cosméticos para que puedas elegir con cabeza.
El auge del autocuidado y de la dermocosmética ha desencadenado un fenómeno en el que levantas una piedra y te salen varias personas hablando de cosmética sin tener ni idea. Que si los parabenos son tóxicos, que si lo natural es la leche, que sin son cruelty free… Hablar es gratis y opinar sin tener ni idea debe ser deporte nacional.
En este post te vamos a desmontar varios de los mitos más típicos para que puedas elegir tus cosméticos con conocimiento de causa y no por lo que manda el marketing. Recuerda, el marketing hace que compres arena en el desierto.
“Funciona como la toxina botulínica o mejor”: exageración número 1.
La toxina botulínica, donde se inyecta, paraliza los músculos faciales. Una crema no va a atravesar tantas capas de piel (no pasa ni de la epidermis) como para llegar al músculo. No se puede comparar una crema de acción tópica con una inyección, es como comparar un medicamento tomado por vía oral o inyectado en el torrente sanguíneo.
“Nuestra marca es mejor porque no utilizamos parabenos en nuestras cremas”.
Los parabenos son unos conservantes ampliamente utilizados en la industria cosmética. Los conservantes son necesarios para preservar una crema y que te dure más de un mes abierta sin que se contamine. Evitan que se enrancien, que se oxiden y que bacterias y hongos campen a sus anchas en tus cremas.
El perfil de seguridad de los parabenos es alto, grande y fuerte. Hace años se creó una alarma social sobre estos conservantes totalmente injustificada. Se han realizado numerosos estudios al respecto en los que se concluye que los parebenos son seguros. Muchas marcas han decidido retirarlos de su formulación como estrategia de marketing y en su lugar, usan otros conservantes menos seguros y menos estudiados.
“Sin tóxicos”.
¿De verdad alguien cree que un producto cosmético puede llevar alguna sustancia tóxica? ¿Alguna marca va a querer intoxicar a propósito a sus consumidores para buscarse la ruina? Aunque algún laboratorio fuese masoca, existen tantos controles de seguridad que no sería posible. Los laboratorios tienen reglamentos y normas a nivel internacional que tienen que cumplir y controles de calidad a los que responder.
Muchas marcas se han aprovechado y han potenciado este falso reclamo para meter miedo a los consumidores. “No compres X que lleva sustancias tóxicas, compra el mío que no lo lleva y por lo tanto es mejor para ti”.
Repito, los productos cosméticos SON SEGUROS.
“Sin químicos solo ingredientes naturales”.
Claramente, la persona que empezó a difundir este reclamo, no se debe acordar ni de la química del colegio. El oxígeno que respiramos es una molécula formada por dos átomos de oxígeno, pura química. ¿Existe algo más natural que el agua? El agua que bebemos es un molécula formada por dos átomos de hidrogeno y uno de oxígeno, más química que esto, imposible.
Por lo tanto, todo es química y la química no es mala es vida.
Seguiremos con más mitos cosméticos en próximos blogs.
